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jueves, 28 de marzo de 2024

24-03-28 ¿Calabaza o Calabuzos?.

Jueves 28 de Marzo
Tres madrileñ@s, un motrileño, un sevillano y un burgalés...
Podría ser el principio de un chiste y más o menos así empezó, todo eran risas con la lluvia: yo esto no lo veo, por ahí viene la ventana de buen tiempo, vete sacando la piragua,…
Kary, Pedrito, Elena y Cámara llegamos a la Venta de la Laja bajo un aguacero que casi no dejaba ni ver la carretera, poco después llegaron David y Jose para completar el que sería el equipo de trabajo de esta campaña de Semana Santa. Aquí comimos e hicimos un poco de tiempo esperando que llegara una supuesta ventana de buen tiempo que nunca llego en su totalidad pero que si nos dio un pequeño respiro para realizar la aproximación.
Dejamos el único coche con permiso en el Alto de los Pilones y arrancamos dirección a la boca de la Sima Calabaza, una sima que no conocía, pero de la que había oído hablar y a la que como poco se puede considerar exigente.
Justo en la boca el agua da un pequeño respiro y nos permite cambiarnos sin mojarnos demasiado, aunque esto de poco iba a servir.
Comenzamos la incursión y David, el más conocedor de esta sima, ya da el primer aviso, “estos goteos en la entrada no los había visto así en la vida”. Estas palabras reflejarían a la perfección lo que iba a ser el descenso a lo largo de la sima; goteos, chorreos, pequeños ríos que se van formando a nuestros pies, primeros pozos regados, y 2-3 rápeles antes del paritorio directamente había cascadas. 
Llegados a este punto comienza la reflexión y finalmente decidimos que ante la imposibilidad de realizar los trabajos planteados y la peligrosidad de una subida de caudal que nos impida la salida días más tarde, decidimos darnos la vuelta y volver a la superficie. En este momento cambiamos de actividad y nos centramos en la nueva modalidad de “Ascenso de Barrancos”, una técnica de la que nos reíamos durante la comida pero que se cumplió a la perfección. Tras unas buenas duchas, tanto en la salida como en la vuelta al coche, dejamos los equipos tan limpios como empapados y milagrosamente un grupo de Madrid nos cedió parte de su bungalow para poder cambiarnos, entrar en calor, cenar y pasar la noche. Viendo la previsión de lluvias decidimos cambiar los planes que teníamos y decidimos acercarnos a La Linea donde unos compañeros del Club Escarpe nos abrieron las puertas de su ciudad y su club para terminar la campaña de exploración en la que mejor hemos comido con diferencia.
Calabaza, ten por seguro que volveremos.
Participantes: David, José, Kary, Pedrito, Elena y Cámara 
Texto: Cámara
Fotos: David