Desde el último punto de topo que se dejó marcado comenzamos tirando la topo y dándole a la escalada, después de salvar diferentes dificultades en la escalada, ya que no sabíamos muy bien por dónde ir, en muchas zonas no se podía clavar del barro y lo hacía algo más complicado, ahí decimos irnos por todo el lado izquierdo.
Una vez arriba vimos dos posible continuaciones, una a la derecha, que dejaríamos para más adelante y otra hacia la izquierda, por dónde seguiriamos.
Otra gran rampa de barro y una galería bien marcada, nos dejaba buen sabor de boca para seguir los trabajos en esa zona, y por supuesto, la corriente de aire persistente.
Además, habíamos llegado a un reflectante, que posiblemente se dejó allí cuando se bajó el pozo del Laminador Tomi.