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jueves, 8 de octubre de 2020

2020-10-08/11 Puente del Pilar / Campaña octubre 2020

Viernes 9-10-20

¡¡¡VIERNES!!! Al agujero que hay ganas. Nos hemos juntado unos pocos (no sin dificultad, claro, porque ponte tú a hacer espeleo con el “bozal”, pero nos puede el vicio).

Nos preparamos los archiperres, nos vestimos de romanos, y por grupos, pequeños por eso de agilizar y por lo de la dichosa COVID, vamos bajando todos.

Aprovechamos a organiza todo lo que llevamos de víveres, organizamos la zona de dormir y de material y nos hacemos una cenita buena y, sobre todo, calentita.

Después de unas risas y unos cafés, al sobre que mañana hay que currar.

Sábado, toca la diana y todo el mundo a desayunar y a prepararse para el curro.

Grupo 1: Áfri, Arturo y Cámara

Todo comienza como cualquier otro día en la cueva, suena la alarma y nos preparamos para desayunar. Después de un buen desayuno para cargar pilas, dejamos recogido el vivac y nos preparamos para comenzar el día de actividad, se reparten los grupos de trabajo, nos ponemos los equipos y cada grupo sale hacia su lugar de trabajo.

Nuestro grupo, formado por Arturo, Áfri y yo (Cámara) tenemos la tarea de realizar una escalada al final de la sala Pieds niques, debido a la localización de la sala, compartimos camino con el grupo que tiene la tarea de acabar de montar el vivac 3, formado por (Alboroto, Lobo, y Sancha). 

Nos dirigimos juntos a través de las distintas galerías y salas de la cueva (Erebus, Pánico en el Geriátrico, sala du pacte...) y llegamos juntos al vivac 3, donde comemos un pequeño bocadillo y nos separamos.

 

Tras un poco más de camino llegamos a nuestro destino y comenzamos a trabajar. Arturo se cuelga todas las herramientas necesarias para realizar la escalada y Áfri se prepara para asegurarlo. Yo (Cámara) mientras tanto aprovecho para aprender las técnicas necesarias para realizar una escalada de forma segura y aprovecho para realizar alguna foto del proceso.

Tras algo más de una hora y media de escalada y tras acabar con todos los metros de escalada que nos permitía la cuerda de la que disponíamos, la dejamos a medias, a una altura de unos 10-15 metros y a falta de otros 10 metros aproximadamente, en busca de una ventana que esperemos nos permita continuar avanzando y descubriendo nuevas galerías a través del sistema.

Recogemos todo el material, dejando una cuerda fija hasta el último anclaje colocado y nos dirigimos al encuentro del grupo del vivac 3. Una vez juntos de nuevo los dos grupos encaminamos la vuelta al vivac 2, donde nos reunimos con el resto de grupos y recuperamos fuerzas con una buena cena y distintas anécdotas e informaciones de los trabajos realizados por los distintos grupos. Se organizan los grupos para el siguiente día y a dormir, que al día siguiente toca seguir trabajando. 

Grupo 2: Sancha, Albo y Lobo

Tras preparar la disposición de los equipos de trabajo la noche del viernes tras la llegada al vivac de todos los compañeros, a la mañana siguiente, nos levantamos todos con las pilas bien cargadas y con ganas de comenzar la jornada de exploración. 

Hoy, nuestro equipo (Albo, Lobo y Sancha) nos vamos a encargar de realizar unas necesarias labores de desobstrucción en el vivac 3, ya que su pequeño tamaño limita la cantidad de personas que pueden dormir allí y, además, hay muchos trabajos pendientes a realizar por esa zona. EL vivac 3 se encuentra situado en una de las partes más orientales de la cueva, así que aprovechamos a salir de los primeros, ya que el trayecto hasta allí no podría decirse que sea corto. Tras atravesar las enormes galerías que circulan por la cavidad en dirección noroeste acompañados del equipo de Arturo, Áfri y Cámara, las condiciones que la cueva nos mostraba debido a las precipitaciones en exterior, nos daban a entender que, quizás, podríamos acabar un poco mojados, pero al final la cueva fue buena con nosotros y nos permitió avanzar secos y tranquilos hasta nuestro destino.

Al cabo de un rato nos encontraríamos sobre la Sala du pacte, que nos abriría el camino para acceder hasta el vivac 3, donde aprovechamos a realizar un descanso y comer algo antes de ponernos manos a la obra. Con mucho esfuerzo, conseguimos acabar con un gran bloque situado en la zona de dormir, ampliando así el espacio. Visto las posibilidades, se optó por recolocar las lonas de plástico para optimizar el espacio al máximo, y se volvió a allanar el suelo con más tierra, consiguiendo así ampliar la capacidad del vivac hasta 5-6 personas. 

Una vez terminada la labor, nos dispusimos a recorrer de nuevo el largo camino hasta el vivac 2, donde algunos de los compañeros ya habían regresado de sus jornadas de exploración. Entre risas y unos calditos, fuimos esperando a que regresaran el resto de los compañeros, comentando las labores realizadas. Tras la merecida cena, nos fuimos todos a dormir, ya que mañana se preveía un largo y duro día de exploración.

Grupo 3: Moni, Kiara, Josemi y Pascu

Después de unas cuantas horas de descanso y de un mejor desayuno en buena compañía, nos dispusimos a preparar lo necesario para acceder al trabajo que teníamos asignado. 

Una vez puestos en marcha, nuestro gran guía Pascu, ya que los demás somos bastante novatos, nos fue explicando cada sala y parando en los sitios más interesantes. Antes de adentrarnos en el laberinto que da acceso al Erebus, esperamos a que el resto de grupos se dispusieran a subir hacia los destinos más lejanos proporcionándonos una vista espectacular.

Para acceder al trabajo asignado había que realizar una trepada en la cara este del Erebus pero antes de eso nos dispusimos a realizar otra tarea en la misma zona.

Debido a la estrechez de la grieta solo subieron Pascu y José. Una vez acabado el trabajo nos dirigimos al vivac a comer y reponer fuerzas. Con las pilas cargadas y el trabajo realizado fuimos hacia la base de los pozos a realizar una visita y un porteo. Allí dejamos las sacas y vimos como caía bastante agua desde lo alto. 

Todavía teníamos tiempo antes de tener que volver al vivac para terminar la jornada. Nos fuimos hacia la sala bonita, pero de camino vimos unas coladas y cristalizaciones impresionantes donde no pudimos más que parar un rato y admirarlas. No llegamos a la sala, pero fuimos hacia el vivac con una sonrisa y emocionados con la experiencia.

Al acercarnos vimos luz, el grupo de Tubi, Tori David y Cristian ya estaban preparando sopas para todos. Cena, risas, charlas y a dormir para tener energía en la siguiente jornada

Grupo 4: Tubi, Tori, David y Cristian

 

Grupo Trombofulgure compuesto por David Vicente, Alberto Tubilleja (Tubi), Mario Rodriguez (Tori) y Cristian Sampedro.

Salida desde el vivac 2 hacia la sala Trombofulgure, disfrutando del cómodo y maravilloso paseo hasta esta zona y de los chascarrillos y bromas del señor Tori, en unas dos horas más o menos ya estábamos por allí.

En el cruce del acceso a esta zona y de la galería que continúa hasta el sector 3, nos pusimos a realizar los preparativos, ya que para acceder hacia los pozos de la sala trombofulgure había que asegurar un primer paso.

Cristian iba a instalar por decisión unánime, David a continuación, y Tubi y Tori con la topo por detrás.

Se escuchaba bastante agua en la zona, veríamos si la podíamos salvar de algún modo, de frente al acceso era por donde iba el agua y se perdía entre rocas y piedras, en un pozo de unos 20 metros, plan A descartado por la cantidad de agua que parecía que había, así que decimos tirar hacia la dirección contraria y llegar al mismo sitio por otro pozo paralelo que no llevaba agua.

Esta opción a priori parecía la mejor, el pozo tendría unos 35 metros y por el momento era seco y más asequible, pasado la mitad del pozo se llegaba a una repisa bastante amplia y cómoda que acaba justo donde empezaba el agua, seguir por donde estaba el agua era en principio inviable, que era hacia el lado izquierdo, y más desde esa zona, viéndolo desde abajo era más factible atacar ese pozo desde la parte de arriba.

Desde la repisa se podía apreciar la continuación del pozo hacia nuestro lado derecho, parecía una zona más seca pero no iba en la dirección que nos interesaba, así que viendo el panorama del agua, que es por donde queríamos ir, decimos subir dejando la cuerda recogida en la cabecera.

Mientras comíamos se nos ocurrió ir a la zona de los segovianos, que había incógnitas marcadas, aun teníamos tiempo y nos pillaba de paso por el camino de vuelta.

Ya con las pilas cargadas… rumbo a la zona de los segovianos.

Bajamos el pozo para revisar las incógnitas que había, una de ellas es un pozo de unos 50 metros regado con agua abajo, descartado por el tema del agua y hacia la dirección contraria había una escalada de unos 7 metros que no tenía ningún futuro.

Viendo las horas que eran ya debíamos volver, así que vuelta a casa a cenar bien y descansar para el próximo día de exploración.

Domingo 10-10-20

Segundo día, y que seguimos levantándonos con alegría. Yo me estoy empezando a plantear que algo de masocas tenemos… Y encima viciosos…

Grupo 1: Tubi, Josemi y Cristian

Segundo día completo de trabajos de exploración y se modifican los equipos, ahora iremos tres Alberto Tubilleja (Tubi), Josemi y Cristian Sampedro.

Vamos a volver atacar la sala Trombofulgure, miraremos la vía del pozo de 35 metros, empezamos a meternos en ese pozo como quien no quiere la cosa, ya pasando la repisa anterior, parecía que no mojaba el agua y que era poco por esa parte, pero entre pitos y flautas al final te calabas bastante. Se llegó hasta la base del pozo, que subiendo un resalte daba a otro pozo de unos 4 metros que parece que se cerraba y no continuaba, pero hay que revisarlo cuando haya menos agua en esa zona.

Ya viendo el panorama decimos subir e ir hacia la zona del agua, donde sonaba la cascada, empezamos instalando desde arriba del todo, y por el lado izquierdo de la pared librabas el agua y no te mojabas, pero una vez abajo, ya tenías que ir hacia la zona acuática, era un pequeño río que se perdía entre unos bloques, la continuación es hacia allí, pero otro día seguiremos.

Antes de volver al vivac picamos algo para cargar pilas. Sacas en espalda y con una sonrisa de oreja a oreja directos al vivac.

Grupo 2: Afri, Tori y David

 

Tras madrugar un poquito y reponer fuerzas con un desayuno potente con tostadas y todo, el equipo “Ongui e Tori” compuesto por los intrépidos espeleólogos Afri, David y Tori, nos ponemos en marcha dispuestos a merendarnos nuestro segundo día de exploración.

Tomamos dirección Riviere des Nanas y tras pasar los primeros pasamanos, nos encontramos a Cámara y Chiara que vuelven con la azadilla que estaba en la base de los pozos. Sufrimos un poco en Leyrots, tenemos un pequeño lapsus y tras dos minutillos de vueltas locas, tomamos el camino correcto y llegamos a la base de los pozos de entrada. 

Seguido, pasamos a la sala bonita, flipamos un poco con los espeleotemas y damos fe de su nombre. Nos dirigimos al resalte que hay que redibujar y según llegamos, es lo primero que hacemos. A continuación nos dirigimos hacia una incógnita que incluye una escalada, pasamos un pasamanos instalado y descartamos una ventana en la que hay que escalar. Llegamos a la pared que ha de ser escalada y Afri toma las riendas de la escalada. Mientras tanto yo, Tori, me encargo de asegurarla mientras David cierra el ascenso, encargándose de la topografía. Arriba nos damos cuenta de que la ventana termina en un pozo al que se accede desde abajo. El tiempo se nos echa encima y comenzamos la desescalada conscientes de que también tenemos que recuperar el material que estaba instalado. David cierra el grupo desinstalando y tenemos un pequeño susto con un ligero derrumbamiento de piedras en un embudo que tenía mala pinta desde el principio. Nos apresuramos para llegar al vivac y tras Leyrots, Áfri, se adelanta pensando que llegábamos tarde a reunirnos en el vivac con el resto de grupos aunque resulto que llegábamos a la hora.

Encontramos la cena servida y tras una buena tertulia de anécdotas de exploración y con la tripa llena nos metemos en la cama pensando en la salida del día siguiente.

Grupo 3: Kiara, Lobo, Pascu y Camara

 

Segundo día que amanecemos a oscuras y los ánimos siguen a tope. Misma rutina mañanera y cuando estamos preparando el material para salir, nos damos cuenta de que la azadilla que necesitamos para desobstruir un paso, se quedó en la base de los pozos de entrada el día anterior en una saca de otro de los grupos. Kiara y yo (Cámara) cogemos lo justo para no ir cargados y en algo menos de 45 minutos estamos de vuelta en el vivac y listos para juntarnos al resto de nuestro equipo (Pascu y Lobo). Mientras tanto, nuestros compañeros fueron buscando unos pasos anteriormente localizados en otra entrada, con la intención de despejar unas incógnitas que quedaban pendientes y las cuales fueron resultas, llegando a la conclusión de que todo aquello había sido ya cerrado y desinstalado en otra entrada anterior. Una vez cerrada esta incógnita nos dirigimos a nuestra labor principal, la desobstrucción de un paso al final de la galería Erebus que pudiera facilitarnos el camino en futuras entradas. Llegamos al lugar en cuestión y tras una ligera comida nos ponemos manos a la obra. Una gatera estrecha de barro pegajoso no tarda en aparecer y cada centímetro avanzado es una lucha por no quedarnos pegados al suelo. Azadilla en mano vamos avanzando lentamente hasta llegar a un punto en el que el barro cubre la totalidad de la gatera hasta el techo y decidimos abandonar. Queda como cerrado. Con algo de tiempo sobrante decidimos tomar algunas fotos y recoger unas cuerdas que se instalaron el día anterior . En el momento de acabar esto, oímos unas voces a lo lejos y decidimos esperar al grupo que venía. Una vez reunidos, encaminamos el viaje de vuelta al vivac donde cenamos, recogemos datos de los distintos grupos y nos preparamos para salir de la cueva al día siguiente.  

Grupo 4: Albo, Moni y Sancha

 

Último día en el agujero… Parece que no ha sido tan duro y no han tenido que acompañarme a salir antes de lo esperado como yo pensaba. Parece que la vida en las entrañas de la tierra no es tan dura. 

Después de un contundente desayuno y preparación de material, salimos andando hacia la zona Alborotos del Sur, parece ser que hay que hacer una escalada cerca del pozo de los segovianos. 

Con ganas y entusiasmo por conocer la cueva y maravillada por las distintas formaciones y zonas, llegamos a una gatera que a simple vista parecía complicada, pero no fue para tanto, llegamos a una galería desfondada de unos 6 metros de ancho, cruzamos por un pasamanos, previamente instalado por el señor presidente, que acababa a unos 20 metros con una escalada de 8 metros con una notable corriente de aire.

Una pequeña parada para comer y tomar un cafecito y al lío. Asegurando Sancha y escalando Alboroto, todo parecía fácil… hasta que las desobstrucciones de días anteriores hicieron mella en la batería del taladro y, a tan sólo 2 o 3 chapas de llegar a nuestra incógnita, el taladro se queda sin batería… ups!! Pues con la broca clavada en la pared recogemos trastos y vuelta hacia el vivac. Aprovechando la vuelta para conocer un poco más la cueva llegamos a una zona donde otro equipo, embarrados hasta las cejas, estaban terminando para volver también al vivac. 

Llegamos al vivac yo medio muerta y mis compañeros de equipo como nuevos, una sopita caliente, la cena y a dormir que al día siguiente toca la salida.

Lunes 11-10-20

Último día en el agujero, nos levantamos con el pesar de que debemos abandonar nuestro tan querido hogar durante las pasadas noches, desayunamos, inventariamos todo, recogemos y nos disponemos a salir. Para la hora de la comida estamos fuera, donde nos recibe Nano con un refrigerio. Comemos y a casa, que mañana hay escuela.