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viernes, 20 de septiembre de 2019

2019-09-20 Exploración en el Sistema Alto del Tejuelo

Asistentes: Arturo Martínez, Álvaro de la Fuente, Alberto Tubilleja, Maite García, Cristian Sampedro y Alejandro Sancha 


Viernes 20 de septiembre de 2019: Escapando de la lluvia.

El viernes, sobre las 17:30, tras quedar en Burgos con nuestros compis Cristian y Maite que venían desde Madrid y Segovia, pusimos rumbo a nuestra Cantabria con unas previsiones meteorológicas con las que prácticamente asumíamos que nos iba a tocar aproximación pasada por agua. Tras llegar a Bustablado, esas pocas esperanzas que teníamos de no mojarnos se iban desvaneciendo gracias a unas preciosas tormentas que nos acompañaban a lo “no tan lejos”, mientras subíamos la pista hacia el repetidor de Bustablado. Tras aparcar los coches y ver que teníamos una leve tregua con la lluvia, nos pusimos en marcha sin dudarlo un momento y a toda prisa con una sinfonía de truenos sobre nuestras cabezas hasta la boca, y por milagrito, o simplemente porque Tubi dijo que no nos íbamos a mojar, conseguimos llegar sequitos e intactos hasta la boca de Escalones. Tras bajar esos impresionantes pozos, pasar esas estrecheces, ahora tan “cómodamente accesibles” gracias a ese equipazo que se cascó ese trabajazo de desobstrucción y un paseíto entre bloques, conseguimos llegar al vivac, sobre la 01:00 de la madrugada, donde, al fin, pudimos descansar y compartir un ratillo de tranquilidad antes de acostarnos y reponer fuerzas para una jornada de exploración.




Sábado 21 de septiembre de 2019: El reflectante azul cada vez queda más lejos.

Esta mañana decidimos no madrugar mucho ya que entre una cosa y otra acabamos acostándonos sobre las 03:00 de la madrugada, por eso a las 10:00 de la mañana nos levantamos bajo la atenta mirada de la silueta del “oso” que la roca dibuja sobre nuestras cabezas en el vivac. Tras un rápido desayuno comenzamos a preparar el equipo necesario para el día de exploración, y enseguida abrimos camino para comenzar la actividad. En el cruce de la base de los pozos hicimos una breve parada para coger algo de material y continuamos saliendo por Izan hasta donde Enrique, donde terminamos de coger el material restante. A partir de ahí, Escalones; sube bloque, baja bloque, cuidado que esto se mueve, menuda ostia aquí… continuado por el paso de los verticaleros, cruce con Chuspy y dirección norte hasta llegar a la Sala sin paredes. Una vez allí, aprovechamos a realizar una paradita y a realizar división de equipos. Por un lado, irían Arturo, Maite y Tubi y por otro lado iríamos Alboroto, Cristian y yo (Sancha).

El equipo compuesto por Arturo, Maite y Tubi se dirigió al norte de la Sala sin paredes, donde bajaron un pequeño resalte que daba a unos pasos estrechos, para así continuar una exploración que quedó pendiente de una galería entre bloques. Al llegar allí se encontraron un volumen grande que llevaría mucho tiempo trabajarlo y por otro lado una galería de unos 3x5 metros que avanza en dirección suroeste, en la que hubo que instalar varios pasamanos para poder sortear unos desfondes, con muy buena pinta. Al final la galería acaba en una chimenea en la que se aprecia menos aire que al comienzo de la galería, lo que puede significar que cualquiera de los desfondes podría ser una posible continuación dejando así el reflectante azul un paso más lejos del vivac.

Por otro lado, el otro equipo en el que íbamos Alboroto, Cristian y yo, desde la parte más al norte de la sala situamos la pared de la galería para poder comenzar a cerrar la poligonal. Avanzamos por una zona muy caótica, con muchas dificultades para progresar, en la que tuvimos algún que otro susto con un “pequeño” bloque que pareció coger cariño a Cristian y estuvo a punto de caérsele encima. Después, bajamos un resalte con ayuda de una instalación para inspeccionar una zona en la que encontramos un pozo entre bloques que decidimos no bajar. Avanzando en dirección suroeste tirando unos cuantos puntos de topo conseguimos cerrar poligonal en la base de la rampa de acceso a la Sala sin paredes.

Sobre las 21:30 llegamos al vivac nuestro equipo, y tras una larga e inquietante espera, ya que el otro equipo se había demorado algo más de lo esperado, por fin nos reunimos todos para poder descansar con una buena cena, un poco de vino y unos buenos “mojalabios” del pacharán radiactivo de Gorka. 




Domingo 22 de septiembre de 2019: Vuelta a casa

Sobre las 09:00 de la mañana, más bien tirando a las 09:30 ya que salir del saco a veces es más difícil de lo que parece, arrancamos motores, y después de un cafecito y un desayuno preparamos los equipos, realizamos el inventario de material y provisiones para así dejar el vivac listo para la próxima incursión. Nos ponemos en marcha sobre las 12:30, y tras comernos los pozos como unos jabatos, en menos de lo esperado estamos ya en la boca de la cavidad quitándonos el equipo y preparados para volver al coche. Tras un rico paseíto sobre la selva de lapiaces, esta vez, eso sí, con la meteorología a nuestro favor llegamos a los coches donde nos cambiamos para ir donde Margari, que, poniendo ojillos hambrientos, se apiadó de nosotros y nos preparó algo de comer y así reponer fuerzas para poner rumbo a casa.